martes, 6 de febrero de 2007

El ser ser humano.

El ser humano por naturaleza es sociable, inteligente, etc. Es capaz de crear sociedades donde todo es armonía aún que se necesita de los recursos naturales para sobrevivir, estos recursos los obtiene del medio que lo rodea, de los océanos, de los bosques, de los valles, de las montañas y de muchas otras partes más, los gastamos porque los vemos muy grandes, inagotables, somos como un desierto, cada persona es un grano de arena, que en conjunto forman un gran desierto, y como los desiertos son estériles, deben de obtener recursos, como el agua, de otras parte, ya que no es capaz de crear el mismo su propia agua, y debe de conseguirlo de todas las maneras posibles. Tomando en cuenta que los granos de arena no tienen vida ni extremidades, no pueden mudarse a zonas cercanas a un cuerpo de agua o un lugar con muchos nutrientes para que prospere la vida sin ningún problema; pero los desiertos se “mueven”, se mueven hacia cualquier parte. Por ejemplo, si avanzaran a una selva, de ahí la tierra podrá obtener recursos para que sea posible la vida en ese desierto, se acercaría poco a poco a la selva y la zona más cerca de la misma comenzaría llenarse de vida porque absorbería los nutrientes de la selva. Avanzaría más y más hasta llegar a un punto en el que el desierto cubriría de una manera trágica la selva, matándola, la dejaría seca. Por surte, la arena no tiene vida propia, no tiene la capacidad de moverse a su voluntad, necesita de ayuda para avanzar y devorar la selva, necesita la ayuda del viento, éste decide hacia donde va a dirigirse, y puede sacar de la selva toda la arena y evitar que sea destruida. Nosotros tenemos conciencia y sabemos lo que hacemos, tenemos la capacidad de movernos libremente por el mundo, no nos dirige nadie, pero aún así hemos envenenado al mundo, lo hemos calentado, lo hemos debilitado y lo estamos matando, a pesar que tenemos la capacidad de movernos y evitar que la selva desaparezca la seguimos matando, aún que seamos los “animales más inteligentes”, seguimos siendo solo unos animales.

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