sábado, 26 de febrero de 2011

En nombre de la ciencia (I Parte)

Nos alimentamos de ellos, nos abrigamos con ellos, nos divierten y acompañan, pero también experimentamos con ellos. Los animales han sido un elemento clave en muchos adelantos científicos, ¿pero se puede justificar el utilizarlos para nuestro beneficio científico o deberíamos comenzar a replantearnos la ciencia experimental?

Ratas, monos, ovejas, perros, gatos, conejos, ratones e incluso moscas han sido animales utilizados en el diversos momentos de la ciencia y por supuesto han ayudado a su avance, quizá por eso es que se sigue experimentando con ellos.
Aunque muchos estén en contra y otros a favor lo cierto es que sin ellos no habríamos logrado muchas cosas que ahora tenemos, pero si bien la experimentación es un proceso controlado no significa que sea poco hostil.

Creo que los animales tienen dos fines principales en la experimentación, el primero es evitar que algún producto sea dañino para el humano y la segunda emular procesos que de otra forma sería difícil o iría contra las leyes.

¿La seguridad del consumidor justifica que otras formas de vidas sufran? ¿Valdría la pena experimentar con animales si se puede experimentar con el humano? ¿Justifica el maquillaje lesiones en los animales? Aunque muchas preguntas puede responderse estoy seguro que todas tienen una respuesta a favor y en contra.


La medicina es una de las ciencias que logró un mayor desarrollo y beneficio a costa de los animales, sin ellos Louis Pasteur no habría podido comprobar su teoría de gérmenes, los experimentos de insulina en los perros quizá habrían retrasado adelantes en la diabetes, y quizá muchas vacunas no existirían.

Pero ¿dónde está el límite? No creo que debamos aceptar todo en la experimentación animal, sea científica o industrial, por algo es que hay documentos referidos al trato ético de experimentos y de animales, por eso es que hay instituciones como PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales, pos sus siglas en inglés), por eso se abren debates como este para conocer los límites, pero los que en algún momento hemos trabajado o estudiado animales en experimentación sabemos que no es lo mismo experimentar que hablar.

Las diferentes ramas de la ciencia han utilizado los animales de diferentes formas, desde la psicología y el estudio de comportamiento animal hasta la medicina en estudios celulares, pero creo que la experimentación animal más controvertida no está dad por la ciencia sino por la industria, en específico a industria de la belleza.

Polvo, labiales, rimel, sombras... todo lo que las mujeres necesiten para verse bien en una fiesta, todo lo que un artista necesita para actuar en un escenario, todo lo que un payaso necesita para hacer reír... Los estudios toxicológicos son los exámenes que lastiman y matan más animales, los cosméticos se prueban para evitar daño ocular, cutáneo, lesion
es por quemadura, etc. en la piel humana a costa de lesiones en animales. Aunque no sea lo mismo una piel humana que una animal se sigue experimentando con ellos.


Esta es una introducción de lo que espero sea una reflexión sobre los animales y avances que se hacen a costa de ellos, no se intenta cambiar ningún punto de vista ni decidir lo que es correcto o no.

1 comentarios:

Blanka dijo...

Tanta crueldad no puede ser justificada, mucho menos
por una piel suave y tersa o un cabello perfecto.
Espero que la ciencia siga avanzando para que sea
autosuficiente y se continúe creando más alternativas para
erradicar por completo la experimentación en animales.