domingo, 3 de mayo de 2009

Una pequeña reflexion

Una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer.
- Hacer unos comentarios no es tan grave - dijo ella al juez
- De acuerdo. - respondió el magistrado- Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia.
La mujer obedeció y volvió al día siguiente.
- Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión - declaró el magistrado
- ¡Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo!
- De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho.
Y envió a la mujer a la cárcel.

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Creo que la moraleja de esta historia esta muy clara...


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1 comentarios:

Challenger Blackburn dijo...

esta muy clara. Yo la vivì en carne propia. Han hablado mal de mi, y por cosas inciertas fui injustamente juzgado. Pero,¿de que me sirven las personas capases de juzgar a alguien x un simple comentario? que se pudran...
soy Emanuel. me gustò la reflexiòn!